¿Qué tiene que ver la autoestima con ser feliz?

Por Gaby Cormar

Pues tiene todo que ver. La persona que se conoce a sí misma,  que se sabe valiosa por el simple hecho de existir, que se respeta tal y como es, y no busca la aprobación de los demás para validar su vida, puede más fácilmente llegar a ser feliz, porque su plenitud no depende de nadie, solo de sí misma.

Esto en el papel se ve muy bonito, realmente idílico! Pero la mayor parte del tiempo, muy poco realista…

Durante generaciones nos han inculcado que si queremos ser aceptados en nuestra sociedad, entonces hay que hacer lo que hacen todos; no tener voz propia sino colectiva y que cualquier tipo de insubordinación a lo que se considera “normal” (aunque eso no signifique que sea correcto para uno) tendrá como consecuencia el rechazo de los demás. Si tomamos en cuenta que hay dos circunstancias a las que el ser humano es especialmente susceptible, el Rechazo y el Abandono, el panorama no nos deja muchas opciones para alzar la voz cuando nos sentimos inconformes por alguna situación.

Durante la infancia, la sociedad en la que nos movemos es básicamente nuestro grupo familiar, específicamente nuestros padres. Ellos son quienes nos proporcionan lo necesario para vivir: alimento, alojamiento, salud, amor, seguridad, etc…

Por lo mismo, lo que ellos dicen de nosotros cuando somos niños, lo consideramos una verdad incuestionable. Sean opiniones buenas o malas, ciertas o falsas, para un niño es aceptado como un hecho: “Si mi papá o  mi mamá lo dicen,  es porque ellos saben más y debe ser verdad”.

Esos conceptos son etiquetas que muy probablemente nos van a acompañar toda la vida. Si son positivas (inteligente, valiente, noble), nuestra autoestima y el concepto que tendremos de nosotros mismos se ira elevando hasta forjar una personalidad fuerte y funcional, llena de autoconfianza. Pero si las etiquetas son negativas (irresponsable, flojo(a), incapaz)   el efecto será todo lo contrario y la historia será muy distinta. Nos convertiremos en personas inseguras, que no creen merecer amor o tener éxito, y por lo tanto seremos de personalidad débil.

Asimismo, si desde niños recibimos críticas constantes, percibimos rechazo o abandono emocional de nuestros padres y personas cercanas, no podremos averiguar realmente quienes somos, ni lo que nos gusta o no nos gusta, porque trataremos de alcanzar las expectativas que nos imponen los demás y tristemente jamás las alcanzaremos, porque la aceptación y el amor que queremos recibir, tiene que comenzar desde nosotros mismos.

Como podemos pedir a los de afuera que nos den lo que nosotros mismos no somos capaces de darnos? De verdad crees que la felicidad depende de los de afuera?

La buena noticia es que eso es reversible, son cosas que se pueden cambiar aunque no es por el camino fácil. Requiere tiempo, paciencia, disciplina y trabajar en uno(a)  mismo(a).

Si estás dispuesto(a) a invertir en cambiar la imagen de ti mismo y darte permiso de comenzar a hacer cosas que a la larga te permitan ser feliz, no dejes  que nada te detenga.

Párate frente al espejo cada día, bríndate la más hermosa de tus sonrisas y ten un bonito pensamiento acerca de ti y de lo bien que harás las cosas “solo por hoy”.

Te voy a pasar un secreto sin costo: Tener logros es el medio de elevar la autoestima, procura tener uno cada día, sin importar si es grande o pequeño. Solo uno a la vez. Y tiende tu cama TODOS los días, pues dicen los especialistas que es la mejor manera de comenzar el día y evitar la depresión (siii, aunque usted no lo crea!).

En posteriores publicaciones hablaré más del tema, sin embargo, este es un comienzo. Has de este ejercicio un hábito y platícame en los comentarios como te va y que cambios vas logrando,  me encantará saber tu opinión. ;)

O si prefieres una conversación conmigo, escríbeme a: garymarken99@gmail.com.