¿Cómo mejorar tu vida y no morir en el intento?

 Hola, cómo están??  Hoy por fin termina el "Annus horribilis" 2020, donde vivimos de todo, situaciones sin precedentes  que cambiaron nuestras vidas y que valdría la pena analizar un poco:  Aprendizaje:  No nos dijeron ni agua va, cuando ya teníamos la pandemia encima. Ni modo, así las cosas. Sin embargo, ponte a pensar qué te dejó para el futuro, qué aprendiste? Eres más fuerte de lo que pensabas?, tal vez  te quedaste sin trabajo y ni sabes cómo pero has salido adelante? La necesidad desarrolla la creatividad. Si descubriste aspectos de ti que no sabías que poseías, enhorabuena!  Deja lo que no te ha ayudado en el año viejo y comienza a desarrollar las habilidades que recién has descubierto, porque tal vez esas son las que van a hacer la diferencia para un buen resultado en el año que comienza! Empoderamiento:  De pronto tu negocio de toda la vida ya no funciona, la economía está por los suelos y tienes que cambiar de giro. No pasa nada!   Cree en ti y desarrolla tu idea

Pues sí, eso nos han enseñado siempre, aunque así no debería de ser. Aquí te comparto una pequeña reflexión. Las enseñanzas que se han transmitido de generación en generación, nos han adoctrinado respecto a que el quererse a un mismo “ de más ”, es algo malo; es caer en el pecado de soberbia, es ser ególatra, etc…Si lo haces, eres vanidoso, egoísta y va en detrimento de los que te rodean… en fin, un sinnúmero de creencias falsas que pueden hacernos sentir realmente miserables. Quién determina cuando el quererse a uno mismo pasa a ser demasiado?? En   la práctica, dicha teoría acarrea a largo plazo, más problemas que beneficios. Cuando nacemos, entramos a éste mundo sin miedos, seguros de nosotros mismos y sin cuestionarnos nuestro propio valor.   Con el tiempo, las experiencias, la interacción con otros (como en el caso de sufrir bulling o de las descalificaciones familiares), sentirnos ignorados, rechazados o controlados por otros,   van distorsionando la visión que tenemos in

Alguien me comentó que  hiciera artículos de otros temas, menos de queja y más propositivos. Realmente no considero que sean artículos "quejosos" ( así los definieron). Pienso que una habla de acuerdo a sus conocimientos o a la experiencia. Sin embargo, estoy de acuerdo en que entre todos podemos enriquecer éste blog y tocar temas que les interesen con respecto a empoderarse, superar barreras, perdonar o perdonarse, vaya, incluso hasta de arreglo personal. El hábito hace al maestro, si nos marinamos de cuestiones positivas y/o de crecimiento personal, con el tiempo estaremos más que jugosos (espirtitualmente hablando). Por éstas razones, me gustaría que me sugieran temas para tratar aquí, que cooperen conmigo compartiendo sus opiniones y ayudando a otras personas,  que tal vez , se beneficien mucho de esa información. Aprovecho para enviarles un muy fuerte abrazo, deseando que pasen una feliz Navidad, y  que recordemos que a pesar de los difíciles momentos que estamos pasando

En un artículo anterior, me sugirieron que hablara de estrategias para dominar el miedo cuando estás siendo el objeto de agresión por parte de otra persona, ya sea de una pareja, un familiar o un jefe. Creo que el problema va más allá de solamente una receta. No podemos pretender ser como los superhéroes de las series de TV, que no le temen a nada y pueden inmovilizar al contrincante en un segundo Ojalá así fuera, pero pues no, nada más lejos de la realidad. Se trata más bien de un trabajo personal, de cambiar la percepción del otro Recuerdo bien   que hace algunos años, al encontrarme en medio de un estresante juicio de divorcio, mi abogada (al verme tan ansiosa, muy temerosa) me dijo éstas palabras que nunca olvidaré: “ No lo empoderes tanto! El miedo que le tienes,   hace que lo veas más grande y poderoso de lo que realmente es. Y muy probablemente, con todo lo que va a tener que pagar después de la sentencia, él debe   tener más miedo que tú ahora!” Qué palabras tan certe

  Por Gaby Cormar   Tal vez una de las cosas más difíciles que puede haber, es enfrentarse a cuestiones desconocidas y a   la incertidumbre de no saber cómo   sortearlas. Tendemos a pensar que la vida que llevamos va a ser así siempre, pero dicen los que saben,  que en esta vida, lo único constante es el cambio. La situación de encierro que nos ha traído la pandemia, nos está planteando   muchos retos   a superar: la pérdida del empleo, de los ahorros de   toda una vida, de la salud, quizá   el fallecimiento de un ser querido debido   al COVID-19, o a algún otro padecimiento,pérdida de la libertad   de ir a donde se quiera y la lista continúa… Vivimos en constante zozobra, y con razón,   pues nos puede suceder a todos en cualquier momento. Pero a mí en lo personal, lo que me provoca verdadero asombro, es   cómo   muchas de las personas que han entrado a los hospitales en los últimos meses,   no   se les vuelve a ver y las familias   no   pueden ni despedirse, por el riesgo de d

Por Gaby Cormar Pues tiene todo que ver. La persona que se conoce a sí misma,   que se sabe valiosa por el simple hecho de existir, que se respeta tal y como es, y no busca la aprobación de los demás para validar su vida, puede más fácilmente llegar a ser feliz, porque su plenitud no depende de nadie, solo de sí misma. Esto en el papel se ve muy bonito, realmente idílico! Pero la mayor parte del tiempo, muy poco realista… Durante generaciones nos han inculcado que si queremos ser aceptados en nuestra sociedad, entonces hay que hacer lo que hacen todos; no tener voz propia sino colectiva y que cualquier tipo de insubordinación a lo que se considera “normal” (aunque eso no signifique que sea correcto para uno) tendrá como consecuencia el rechazo de los demás. Si tomamos en cuenta que hay dos circunstancias a las que el ser humano es especialmente susceptible, el Rechazo y el Abandono , el panorama no nos deja muchas opciones para alzar la voz cuando nos sentimos inconformes por alg

Por Gaby Cormar.   Pues que te digo…? En parte si y en parte no. Depende de qué estemos hablando, pero déjame explicártelo. Nadie tiene la culpa de absolutamente todo lo que pasa en una relación. Y no es realmente culpa, más bien estamos hablando de RESPONSABILIDAD. Y cuando más, la responsabilidad es compartida. Esto aplica a   cualquier tipo de interacciones familiares (padres e hijos, hermanos, pareja, amigos, etc…), porque cada cabeza es un mundo y no siempre las ideas, los valores o las metas coinciden. Aquí deben de entrar otros mecanismos   que nos permitan negociar y llegar a acuerdos que satisfagan a todas las partes, desde una perspectiva de igualdad y libertad de expresar lo que cada uno piensa, sin censura. Debe existir en esto un sano equilibrio. Pero qué pasa si eso no sucede? Qué pasa si uno de los miembros comienza a reclamar el control de lo que hacen los demás, de lo que dicen y a querer controlar todo lo que sucede en la relación o en la familia? El equilib

Por Gaby Cormar Ok, hay muchos temas a tratar que llevan una secuencia, pero me han sugerido que me enfoque en dar un adelanto del cómo comenzar a manejar las propias emociones. Esto sirve para contrarrestar el miedo y la parálisis que provocan las situaciones de agresión y maltrato. Esto que vamos a tratar es más fácil decirlo que hacerlo, pero bueno, vamos poco a poco. En su libro “Cuando el amor es odio”   (Editorial Grijalbo y lo encuentras en Amazon), la   psicóloga y terapeuta   Susan Forward   habla de la incapacidad   de salir de una relación abusiva, porque ésta crea adicción. De esto hablaremos en otro momento, pero ahora me enfocaré en dar el primer paso hacia una posible solución a futuro. Ella comenta que ante un episodio de violencia, debes de convertirte en observador (a) de tus propias reacciones, como si estuvieras realizando un experimento científico. Este   movimiento consta de tres pasos, los cuales describiré a continuación. Para qué hacer esto? De qué  

 Cómo ya mencioné en el escrito anterior, las situaciones de maltrato y abuso en las relaciones (especialmente de la pareja), son cuestiones de las que muy poco se hablaba (y mucho menos se escribía) desde épocas ancestrales. Era algo "normal" que quien mandaba, era quien traía el dinero a casa. Era como un contrato no hablado en el que, quien mantenía el hogar, tenía el derecho de decidir sobre las vidas de los demás miembros de la familia, aún si ésto implicaba el uso de la violencia, para someter al que estuviera en desacuerdo o se rebelara a los preceptos  del "jefe". Era adueñarse del poder sin dar derecho a réplica.  De  donde salen éstas actitudes? Creo que podemos afirmar que todo comenzó por una cuestión meramente educativa, aunque con el paso del tiempo va adquiriendo  tintes más obscuros en la personalidad . Era como una prerrogativa principalmente  masculina. Con ésto no quiero decir que el maltrato se dé solamente de los hombres hacia las mujeres  (por